Se fue el anfitrión, se fue el local, se fue la selección mas cara de esta Copa America, se fue la selección que buscaba como objetivo máximo el alzar la copa como campeones. La Argentina quedo en el camino dejando muchas dudas en el camino, ya que quitando el duelo frente a Costa Rica (selección sub-20), tuvo un torneo muy opaco, sin una idea clara de juego, donde el supuesto culpable de eso seria su entrenador Sergio Batista, que no supo alinear un once lleno de estrellas en el campo.
Nombres como Messi, Tevez, Pastore, Di María, Higuaín entre otros, que en sus respectivos equipos, ganando sueldos millonarios, son verdaderas figuras, haciendó maravillas semana a semana, no supieron darle una alegría al pueblo argentino, esa alegría que se esta haciendo cada vez más esquiva, donde la palabra “fracaso” se esta haciendo cada vez más habitual, donde cada se esta perdiendo el respeto del mundo hacia Argentina. Tanto fracaso deben ameritar cambios en la albiceleste, no necesariamente del cuerpo técnico, pero si es necesario un cambio de mentalidad, esa mentalidad de que cuando te pones la camiseta con el blanco y el celeste, estas representando a toda una nación, que no es por dinero, que no es por fama, si no por algo que si tuvo la celeste, que si tuvo Uruguay, amor propio.
Lo de la celeste es de ejemplo, una clase magistral de amor propio a su camiseta, amor propio por su gente, amor propio a sus colores. Algo que la Argentina no tuvo, no tiene desde hace mucho tiempo.
Algo tienen esos colores que cuando un jugador uruguayo le toca representarlos, lo hace con todo el corazón y la garra que esta hermosa profesión requiere, sobre todo en este tipo de competiciones como la Copa América. Aparecen nombres como Forlán, Suárez, Múslera, Scotti, en otros, que dejaron todo en la cancha con tal de ver a su selección en semifinales, jugando a niveles superiores que en sus mismos equipos no se ve, porque su selección amerita dejarlo todo. Mención a parte para el Maestro Tabarez, que supo manejar el partido a su antojo para Uruguay, goleando a Batista en como plantear un partido.
Se ven los dos polos opuesto en estos seleccionados, uno con poca actitud y casi ningún respeto por sus colores, y otro con garra, pasión, amor propio a su país.
En Argentina hay nombres, en Uruguay hombres.
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